La empatía y la educación son nuestras mejores herramientas para construir una sociedad donde el diagnóstico no sea una barrera, sino una oportunidad para crecer juntos.
Por Yohanna Guzmán
La esquizofrenia, es un trastorno mental crónico y grave que afecta cómo una persona piensa, siente y se comporta. Las personas con esquizofrenia pueden parecer que han perdido contacto con la realidad, lo que puede causar un gran sufrimiento tanto para ellas como para quienes las rodean.
Principales síntomas
– Alucinaciones (especialmente auditivas)
– Delirios (creencias falsas, como pensar que alguien los persigue)
– Pensamiento y lenguaje desorganizado
– Comportamiento motor extraño o agitado
– Falta de expresión emocional
– Aislamiento social
– Pérdida de interés o motivación
– Dificultad para planificar o llevar a cabo tareas
– Problemas de memoria
– Dificultad para concentrarse
– Toma de decisiones afectada
Causas posibles
Aunque no se conoce una causa única, se cree que es el resultado de una combinación de factores:
– Genéticos: antecedentes familiares aumentan el riesgo
– Neuroquímicos: desequilibrios en dopamina y glutamato
– Ambientales: estrés, traumas, infecciones prenatales
– Consumo de sustancias: algunas drogas pueden desencadenar síntomas
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la esquizofrenia es un proceso clínico complejo que requiere una evaluación cuidadosa por parte de profesionales de la salud mental. No existe una prueba única que confirme la enfermedad, pero se utilizan varios métodos para descartar otras causas y confirmar el trastorno.
Pasos clave en el diagnóstico
– Evaluación psiquiátrica completa
El médico entrevista al paciente y, si es posible, a familiares o personas cercanas. Se analizan los síntomas, el comportamiento, el estado emocional, el pensamiento, las alucinaciones o delirios, y el historial personal y familiar.
– Examen físico
Se realiza para descartar otras condiciones médicas que puedan causar síntomas similares, como trastornos neurológicos o efectos de sustancias.
– Pruebas de laboratorio y neuroimagen
Incluyen análisis de sangre, pruebas toxicológicas, resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC) para descartar tumores, infecciones o consumo de drogas.
– Criterios del DSM-5
Según el manual diagnóstico DSM-5, se requiere la presencia de al menos dos síntomas principales (como delirios, alucinaciones, lenguaje desorganizado) durante un mínimo de seis meses, con impacto significativo en la vida diaria.
¿Qué se descarta?
– Trastornos del estado de ánimo (como depresión o trastorno bipolar)
– Consumo de sustancias (alcohol, drogas)
– Condiciones médicas (epilepsia, tumores cerebrales, infecciones)
Tratamiento
No tiene cura, pero sí puede tratarse con éxito:
– Medicamentos antipsicóticos para controlar los síntomas
– Psicoterapia para mejorar habilidades sociales y manejo emocional
– Apoyo familiar y comunitario
– En algunos casos, hospitalización si hay riesgo para el paciente o terceros
La esquizofrenia no define a una persona, ni limita su capacidad de vivir una vida plena y significativa. Con el avance de los tratamientos, el apoyo familiar y el entendimiento social, cada vez más pacientes logran integrarse con éxito a sus comunidades, desarrollar talentos y mantener vínculos afectivos duraderos.
La empatía y la educación son nuestras mejores herramientas para construir una sociedad donde el diagnóstico no sea una barrera, sino una oportunidad para crecer juntos. Acompañar, escuchar y apoyar puede marcar la diferencia entre la desesperanza y la recuperación.